 |
Leyre con uno de sus diseños |
En el curso 2009-2010 ganó el premio del Instituto
Europeo di Design (escuela donde estudió Diseño de Moda) a la mejor colección de lujo y el de la mejor imagen por el
proyecto “I want a pair of glasses”. En junio de 2011 recibió una mención
especial por su proyecto final de carrera. Con ese proyecto, ha sido finalista
de concursos como ModaFad, Who’s Next, My Own Show, y Special K. En septiembre
fue incluida en el suplemento TALENTS de VOGUE Italia como uno de los 100
talentos recién graduados de 2011. Y todo esto después de graduarse en el 2008 en Comunicación Audiovisual y de trabajar en el departamento de diseño de varias productoras audiovisuales.
Esa es la carta de presentación de Leyre Valiente, la diseñadora de la que os hablamos el otro día aquí y que nos enamoró con sus diseños. Teatrales, puro espectáculo y como dice su apellido, valientes, muy valientes. No se deja llevar por las imposiciones de la industria, sino que busca en su interior, en los dictados de su alma y crea pura fantasía.
No estamos ante una promesa. Estamos frente a uno de los nombres que más van a dar que hablar. Y para hablar, que hable ella:

Miradas y Susurros: ¿Cómo nació tu pasión por la moda?
Leyre Valiente: Desde pequeña
siempre me había gustado hacer ropa para las barbies y con el tiempo
pasé a hacerme disfraces y customizar mi ropa. Me encantaba el cine, así
que estudié Comunicación Audiovisual y durante ese tiempo trabajé en
departamentos de Arte y Vestuario, que me parecía más "accesible" que
dirigir, porque en aquel momento yo era muy apocada y carecía de agallas.
Terminada la carrera me metí en Diseño de Moda para seguir con el
vestuario, pero entonces descubrí que había marcas que hacían ropa tan
espectacular como la de las películas, que era posible, y ya me quedé
aquí.
MyS: Cine y diseño, ¿cómo interactúan estas dos disciplinas cuando te sientas a crear?
LV: Nosotros
creamos con lo que somos y lo que llevamos dentro. El cine va dentro de
mí. Interactúa com mi trabajo porque forma parte de mi cultura, de mis
recuerdos y practicamente de mi lenguaje. Puedes sacar a la cinéfila del
mundillo del cine, pero no puedes sacar el cine de la cinéfila.
MyS: ¿Qué es lo que más te gusta diseñar?
LV: Todo: inventarme la
historia sobre la que voy a basar la colección, investigar sobre ella
(siempre aprendes nuevas y emocionantes cosas), adoro dibujar así que
hacer figurines no me duele, y coser, siempre que sea a mano, es súper
relajante (a máquina es muy estresante!). Y luego ya ver cómo toman
forma los vestidos que has imaginado es una fantástica satisfacción.
También me gusta mucho modelar en maniquí, y a veces el patronaje es tan
amocionante como un problema de álgebra cuando tienes que conseguir una
forma casi imposible.
MyS: ¿Dónde buscas las ideas, los materiales...?
LV: Las ideas, por el
momento, nacen de dentro de mí, de mi día a día, mis experiencias, lo
que me rodea... Para mí cada colección es como una pequeña catarsis,
reflejan muy bien en el momento en el que me encuentro espiritualmente.
MyS: ¿Cómo te suele llegar la inspiración?
LV: A veces es una visión
de unas formas que me recuerdan a alguna temática con la que las puedo
enlazar, a veces una textura, a veces algo que me pasa que me hace
pensar en alguna imagen fílmica, y como soy tan peliculera...
MyS: ¿Hay algún denominador común en todas tus creaciones?
LV: Supongo
que las formas volumétricas sobre todo en hombros, combinadas con
prendas muy longitudinales. También me gustan las prendas que insinuan
sin enseñar, que combinan zonas opacas con transparentes, y no usar
pinzas a no ser que sea muy necesario. Prefiero un corte decorativo, una
forma loca, o un volumen a destiempo, que una pinza típica.
MyS: Dos meses trabajando en prácticas con Yono Taola, otros dos con McQueen, seis en Loewe, ¿qué
te impulsó a dar el salto en un proyecto en solitario en lugar de seguir
respaldada por una empresa internacionalmente reconocida?
LV: Porque
las empresas internacionales no te respaldan. La gente se piensa que
cuando entras en una empresa de prácticas entras a ser la mano derecha
del diseñador, y no es así. Supongo que ayuda a difundir ese mito que la
gente, por orgullo, no reconozca que ser becario de una gran empresa no
consiste en eso. Yo he tenido la suerte de diseñar algunas cosillas en
los departamentos de accesorios de Alexander McQueen y Loewe, pero
repito; "algunas cosillas" (lo que tampoco es tónica general), y no me
han puesto un despacho y me han dicho "crea". Las prácticas están para
aprender, y cumplen perfectamente su función. Yo he aprendido muchísimo
en estas dos empresas por ser tan grandes, y en Yono Taola por ser tan
pequeña. Aprendes diferentes cosas, pero todo igual de necesario.
MyS: Eres tu
mejor modelo. En tu web y en tu blog nos obsequias con todo tipo de
poses para mostrarnos tus diseños y tu forma de entender la moda. ¿Te
gusta más estar delante o detrás de las cámaras?
LV: No creo que
sea mi mejor modelo, pero era la que tenía a mano sin tener que gastar
dinero cuando hice las fotos de mi proyecto final de carrera. Tenía
miedo de pedir el favor a alguna chica mona y que luego no fuese capaz
de darme lo que yo pedía. Ya me ha pasado alguna vez y lo cierto es que
lo paso fatal. Yo pido cosas muy concretas, un poco alejadas de la
vision estándar de moda, y hay modelos que no saben dártelo, y otras que
directamente se ofenden cuando se lo pides. Otras por suerte, son un
encanto.
MyS: Tus vestidos no son diseños que "cualquiera" se pondría. ¿En qué tipo de mujer piensas cuando diseñas?
LV: Yo
no pienso en ninguna mujer real, pienso más en la mujer que yo estoy
creando con ese mundo de fantasía o ciencia ficción que me estoy
inventando. Si la colección está basada en un monstruo, pienso en ropa
ponible que convierta a la mujer en ese monstruo. Sí, habéis leído bien
"ponible". Yo pienso que mi ropa es ponible en tanto que tú la ves y
entiendes que es un abrigo, un vestido, o lo que sea. No hago cosas tan
vanguardistas que una no sepa ni qué es, si se podrá sentar en el
restaurante con ello. Con mis vestidos puedes salir a cenar o ir a una
boda. Otra cosa es que tengas personalidad suficiente y agallas para
hacerlo.
Pues estamos sobrados de agallas... así que Leyre, vete preparando.
Nota: Todas las fotografías que aparecen en esta entrada son de
Miralla y Calf.