lunes, 26 de noviembre de 2012

Leyre Valiente: "Tienes que tener agallas para llevar uno de mis vestidos a una boda"








Leyre con uno de sus diseños

En el curso 2009-2010 ganó el premio del Instituto Europeo di Design (escuela donde estudió Diseño de Moda) a la mejor colección de lujo y el de la mejor imagen por el proyecto “I want a pair of glasses”. En junio de 2011 recibió una mención especial por su proyecto final de carrera. Con ese proyecto, ha sido finalista de concursos como ModaFad, Who’s Next, My Own Show, y Special K. En septiembre fue incluida en el suplemento TALENTS de VOGUE Italia como uno de los 100 talentos recién graduados de 2011. Y todo esto después de graduarse en el 2008 en Comunicación Audiovisual y de trabajar en el departamento de diseño de varias productoras audiovisuales.
 

Esa es la carta de presentación de Leyre Valiente, la diseñadora de la que os hablamos el otro día aquí y que nos enamoró con sus diseños. Teatrales, puro espectáculo y como dice su apellido, valientes, muy valientes. No se deja llevar por las imposiciones de la industria, sino que busca en su interior, en los dictados de su alma y crea pura fantasía.

No estamos ante una promesa. Estamos frente a uno de los nombres que más van a dar que hablar. Y para hablar, que hable ella:

Miradas y Susurros: ¿Cómo nació tu pasión por la moda?
Leyre Valiente: Desde pequeña siempre me había gustado hacer ropa para las barbies y con el tiempo pasé a hacerme disfraces y customizar mi ropa. Me encantaba el cine, así que estudié Comunicación Audiovisual y durante ese tiempo trabajé en departamentos de Arte y Vestuario, que me parecía más "accesible" que dirigir, porque en aquel momento yo era muy apocada y carecía de agallas. Terminada la carrera me metí en Diseño de Moda para seguir con el vestuario, pero entonces descubrí que había marcas que hacían ropa tan espectacular como la de las películas, que era posible, y ya me quedé aquí.



MyS: Cine y diseño, ¿cómo interactúan estas dos disciplinas cuando te sientas a crear?
LV: Nosotros creamos con lo que somos y lo que llevamos dentro. El cine va dentro de mí. Interactúa com mi trabajo porque forma parte de mi cultura, de mis recuerdos y practicamente de mi lenguaje. Puedes sacar a la cinéfila del mundillo del cine, pero no puedes sacar el cine de la cinéfila.



MyS: ¿Qué es lo que más te gusta diseñar?
LV: Todo: inventarme la historia sobre la que voy a basar la colección, investigar sobre ella (siempre aprendes nuevas y emocionantes cosas), adoro dibujar así que hacer figurines no me duele, y coser, siempre que sea a mano, es súper relajante (a máquina es muy estresante!). Y luego ya ver cómo toman forma los vestidos que has imaginado es una fantástica satisfacción. También me gusta mucho modelar en maniquí, y a veces el patronaje es tan amocionante como un problema de álgebra cuando tienes que conseguir una forma casi imposible.

MyS: ¿Dónde buscas las ideas, los materiales...?
LV: Las ideas, por el momento, nacen de dentro de mí, de mi día a día, mis experiencias, lo que me rodea... Para mí cada colección es como una pequeña catarsis, reflejan muy bien en el momento en el que me encuentro espiritualmente.

 

MyS: ¿Cómo te suele llegar la inspiración?
LV: A veces es una visión de unas formas que me recuerdan a alguna temática con la que las puedo enlazar, a veces una textura, a veces algo que me pasa que me hace pensar en alguna imagen fílmica, y como soy tan peliculera...

MyS: ¿Hay algún denominador común en todas tus creaciones?
LV: Supongo que las formas volumétricas sobre todo en hombros, combinadas con prendas muy longitudinales. También me gustan las prendas que insinuan sin enseñar, que combinan zonas opacas con transparentes, y no usar pinzas a no ser que sea muy necesario. Prefiero un corte decorativo, una forma loca, o un volumen a destiempo, que una pinza típica.


MyS: Dos meses trabajando en prácticas con Yono Taola, otros dos con McQueen, seis en Loewe, ¿qué te impulsó a dar el salto en un proyecto en solitario en lugar de seguir respaldada por una empresa internacionalmente reconocida?
LV: Porque las empresas internacionales no te respaldan. La gente se piensa que cuando entras en una empresa de prácticas entras a ser la mano derecha del diseñador, y no es así. Supongo que ayuda a difundir ese mito que la gente, por orgullo, no reconozca que ser becario de una gran empresa no consiste en eso. Yo he tenido la suerte de diseñar algunas cosillas en los departamentos de accesorios de Alexander McQueen y Loewe, pero repito; "algunas cosillas" (lo que tampoco es tónica general), y no me han puesto un despacho y me han dicho "crea". Las prácticas están para aprender, y cumplen perfectamente su función. Yo he aprendido muchísimo en estas dos empresas por ser tan grandes, y en Yono Taola por ser tan pequeña. Aprendes diferentes cosas, pero todo igual de necesario.


MyS: Eres tu mejor modelo. En tu web y en tu blog nos obsequias con todo tipo de poses para mostrarnos tus diseños y tu forma de entender la moda. ¿Te gusta más estar delante o detrás de las cámaras?
LV: No creo que sea mi mejor modelo, pero era la que tenía a mano sin tener que gastar dinero cuando hice las fotos de mi proyecto final de carrera. Tenía miedo de pedir el favor a alguna chica mona y que luego no fuese capaz de darme lo que yo pedía. Ya me ha pasado alguna vez y lo cierto es que lo paso fatal. Yo pido cosas muy concretas, un poco alejadas de la vision estándar de moda, y hay modelos que no saben dártelo, y otras que directamente se ofenden cuando se lo pides. Otras por suerte, son un encanto.



MyS: Tus vestidos no son diseños que "cualquiera" se pondría. ¿En qué tipo de mujer piensas cuando diseñas?
LV: Yo no pienso en ninguna mujer real, pienso más en la mujer que yo estoy creando con ese mundo de fantasía o ciencia ficción que me estoy inventando. Si la colección está basada en un monstruo, pienso en ropa ponible que convierta a la mujer en ese monstruo. Sí, habéis leído bien "ponible". Yo pienso que mi ropa es ponible en tanto que tú la ves y entiendes que es un abrigo, un vestido, o lo que sea. No hago cosas tan vanguardistas que una no sepa ni qué es,  si se podrá sentar en el restaurante con ello. Con mis vestidos puedes salir a cenar o ir a una boda. Otra cosa es que tengas personalidad suficiente y agallas para hacerlo.


Pues estamos sobrados de agallas... así que Leyre, vete preparando. 


Nota: Todas las fotografías que aparecen en esta entrada son de Miralla y Calf.


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